jueves, 16 de octubre de 2008

Este matutino se autodestruirá en menos de lo que tarde en recomponerlo

¡Buenos días!

Unos inoportunos cortes de luz me hicieron repetir varias veces la redacción del anterior matutino por no tener la precaución de, con anterioridad, haberlos ido archivado a cada poco que iba escribiendo. Menos mal que mi disco duro, el neuronal, almacenaba con cuidado la esencia de lo que quería contar. Al clima de hoy le pasa algo de lo mismo, que unas inoportunas nubes nos cortan el chorro de luz que nos daba la vida ayer. Aún así, el clima es todavía suave y acogedor, recordando la placidez de algunas tardes de verano.

Ayer por la tarde, deliciosísima tarde que invitaba al paseo, y al solaz en general, y que me permitió ir al cine en mangas de camisa y sin la preocupación tan burgalesa de llevar siempre una chaqueta colgada del brazo por si acaso a la noche refrescaba, que casi parecía de suave verano ... ayer por la tarde, como decía, volví a ir al cine y, como el día anterior, ver una espléndida película (buena racha) que desde ya os recomiendo. Se trató de "Quemar después de leer", de Joel y Ethan Coen, y con George Clooney, Frances McDormand, John Malkovich, Tilda Swinton, Brad Pitt, y Richard Jenkins. De estos dos hermanos, guionistas y directores, no he visto película mala, que todas son cuando menos buenas, y algunas excepcionales, como ésta, "Muerte entre las flores" ("Miller's crossing"), "Fargo", y "El hombre que nunca estuvo allí".

"Quemar después de leer" tiene las señas de identidad, en estado puro, del cine de los Coen, y es la película más hilarante (el último tercio y, sobre todo, su genial final) que he visto de los Coen (solo me falta por ver su ópera prima "Sangre fácil"). Al principio se nos muestran unas situaciones inconexas que poco a poco van tramándose, enredándose y cobrando sentido, a medida que aumentan los gags graciosos. Resulta que un espía de la CIA, al que acaban de despedir, se dedica a escribir unas explosivas memorias que almacena en un CD que pierde. Quienes lo encuentran ven una oportunidad, dadas sus patéticas necesidades, de conseguir lo que desean chantajeando; iniciándose una delirante odisea, donde casi nada es lo que parece, que se va complicando a medida que la estupidez va acumulándose (ya sabéis, cosas de las leyes de la entropía de la simpleza).

Es una cáustica parodia del cine de espías (y aprendices de espía), de la paranoia que vive la sociedad gringa, con unos personajes peripatéticos (envueltos en situaciones de infidelidades cruzadas) que hacen que de hechos triviales se formen espurias montañas que les llevan directos a una disparatada fatalidad, incomprensible para ellos mismos.

Ahora, os lanzo un poco de sabiduría ajena, para ver si se cumple el principio de Arquímedes y consigue desalojar algo de la estupidez congénita que fluye por ahí, comenzando por una cita muy apropiada al caso:

- "La inteligencia militar es una contradicción en sus términos". (Groucho Marx).

- "Tal vez sea la propia simplicidad del asunto lo que nos conduce a error". (Edgar Allan Poe).

- "Una persona estúpida es más peligrosa que una inteligente. Las respuestas de las personas inteligentes están sujetas a leyes racionalmente lógicas, las de las estúpidas carecen de racionalidad, lógica y, por lo tanto, son impredecibles". (Malory).

- "Busca rosas en diciembre o hielo en julio; espera encontrar constancia en el viento o grano en la paja; cree en un epitafio o en cualquier otra cosa que sea falsa; hasta fíate de los críticos, pero nunca de un hombre estúpido". (Malory).

- "De su intelecto nadie se halla decontento". (refrán).

- "Los sabios y los tontos son igualmente inofensivos; los que más son de temer son los sabios a medias y los medio tontos". (Goethe).

- "Cuando un estúpido hace algo que le da vergüenza, siempre declara que es su deber". (George Bernard Shaw).

- "La tontería es la más extraña de las enfermedades: el enfermo nunca sufre, los que de verdad la padecen son los demás". (Paul Henri Spaak).

Besos y abrazos,

Don.
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