viernes, 19 de diciembre de 2008

Fulminante crepúsculo matutino

¡Buenos días!

Parece el título una contradicción pero no lo es, que aunque el crepúsculo sería más propio de un vespertino, el caso es que se nos acaba el otoño, paradigma de la decadencia, preludio de la noche invernal. Y será fulminante porque pasado mañana, domingo, será el solsticio de invierno, en el que a las 13:04 horas se producirá el tránsito estacional.

Ayer por la tarde estuve en el cine, pero por dos veces, como en aquellas sesiones dobles de antaño en los cines de barrio. Empecemos por el principio, por orden cronológico. Primero estuve viendo un film de animación por ordenador de la factoría Disney: "Bolt", de Byron Howard y Chris Williams. Nos cuenta la historia de un perro con superpoderes (superladrido, mirada fulminante, etc.), pero que en realidad lo es solo en la ficción de una teleserie ... aunque él no lo sabe, como pasaba en "El show de Truman", de Peter Weir. Se extravía accidentalmente y acaba en Nueva York, donde con la ayuda de una famélica gata callejera abandonada y un gordinflón hamster encerrado en una bola de plástico, fan absoluto de Bolt, trata de volver a Hollywood con su dueña. En el proceso se irá encontrando con palomas de diversos lugares (atención a las neoyorkinas, dobladas por "Les Luthiers") y se irá cayendo del guindo de su confusión entre realidad y ficción, a la vez que va asumiendo que también se puede ser un héroe sin superpoderes, eso sí, a trompicones. Entre otros, contiene alegatos contra el abandono de animales y la explotación de los niños artista. Muy buena, os la recomiendo, a pesar del toque sensiblero Disney, aquí bastante atenuado, lo que es de agradecer.

La segunda fue "Crepúsculo" ("Twilight"), de Catherine Hardwicke, con Kirsten Stewart y Robert Pattinson, y basada en una serie de novelas, best-sellers de adolescentes, de Stephanie Meyer. Nos cuenta una historia de amor adolescente entre una humana y un vampiro, pero de una casta "descafeinada", pues son "vegetarianos", es decir, que en lugar de sangre humana chupan la de animales, aunque tienen que luchar constantemente con la pulsión que les arrastra a los cuellos humanos, y contra los vampiros normales. Además, son unos particulares vampiros que soportan la luz, es más, refulgen con ella, haciéndose más bellos aún si cabe, pero se esconden de ella para aparentar humanidad y no ser descubiertos (les vale un buen nublado para no resplandecer de belleza).

Por tanto, y dado que la autora de los libros es una mormona ultraconservadora, esta historia es toda una apología de la abstinencia sexual entre los adolescentes, pues desde siempre el acto vampírico ha sido un remedo del acto sexual. De hecho, nuestro vampiro no le hinca colmillo y apenas toca a nuestra chica en todo el film (solo una vez para salvarle la vida). Visto perversamente, estos vampiros practicarían el bestialismo, en lugar de tener adecuados comportamientos sexuales (algo así como cuando se censuraron ciertas escenas de "Mogambo" en la epóca franquista, que transformaron un adulterio en un incesto ... je, je, je, ...). Además, tiene alguna que otra cursilada propia de cine adolescente. Aún así, me pareció una buena película, no me desagradó, que de todo tiene que haber en este mundo, incluso me gustó esta historia de amor casto, idílico, platónico, que propugna la erótica de la abstinencia sexual. Por ciertos detalles, me recordó, obviamente, a "Drácula de Bram Stocker", de Francis Ford Coppola, y a "Entrevista con el vampiro", de Neil Jordan.

Ahora, para iluminar nuestras vidas con el fulgor de energizantes rayos y tratar de evitar crepúsculos emocionales, nada como un poquito de sabiduría ajena:

- "Los perros aman a sus amigos y muerden a sus enemigos, casi al contrario de las personas, quienes tienden a mezclar amor y odio". (Sigmund Freud).

- "El hombre a quien el dolor no educó siempre será un niño". (Niccolo Tomasseo).

- "La juventud tiene todas las ambiciones, incluso la del dolor". (Francis de Croisset).

- "En los ojos del joven arde la llama. En los ojos del viejo brilla la luz". (Víctor Hugo).

- "En el corazón de todos los inviernos vive una primavera palpitante; y detrás de cada noche viene una aurora sonriente". (Khalil Gibran).

- "No es digno de saborear la miel quien se aleja de la colmena por miedo a las picaduras de las abejas". (William Shakespeare).

- "Si cerráis la puerta a todos los errores, también la verdad se quedará fuera". (Rabindranath Tagore).

- "El hombre es mortal por sus temores, e inmortal por sus deseos". (Pitágoras).

Besos y abrazos,

Don.
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