jueves, 21 de mayo de 2009

Sopesando los pesares matutinos

¡Buenos días!

A pesar de los pesares, éstos, en el poco probable caso de haberlos, son de lo más liviano al borde de esta exultantemente primaveral ribera del Arlanzón, hoy rayana en lo veraniego, con calor rondando los 30ºC por el mediodía, y bochornosa turbiedad ambiental que augura más amagos de tormentas vespertinas, como las de ayer por la tarde cuando me encaminaba al cine a ver la película de rigor.

Se trató de "Génova", de Michael Winterbottom, y con Colin Firth, Willa Holland (un bomboncito), Perla Haney-Jardine (una adorable niña, que me recordó a una de mis hadas de allende la ribera, que me tiene fascinado y hechizado desde los albores de sus días), Katherine Keener, y Hope Davis. De este director he visto la mayoría de sus muchas películas, todas buenas, cuando menos, y de las que reseñaría muy especialmente "Wonderland" (ved su matutino más abajo), una maravilla que os recomiendo encarecidamente.

"Génova" nos cuenta como, tras un fatídico accidente de tráfico en el que fallece la madre y se salvan las dos hijas, el abatido marido, y las propias hijas, una adolescente y la otra aún niña, se enfrentan a la nueva situación sobrevenida. Vemos los distintos modos de ellos tres de sobreponerse a la dolorosa pérdida y a la pena. El padre, profesor universitario, tratando de buscar una nueva vida trasladándose a trabajar, acompañado de sus hijas, a ultramar, a Génova, para tratar de olvidar. La hija adolescente, reafirmando su natural rebeldía e independencia y buscando sexo y amor. Y la niña, echando de menos a su madre, sintiéndose culpable, desamparada, y teniendo pesadillas y visiones de su difunta madre. Con cierta atmósfera inquietante, como de película de suspense, que ronda todo el film, ayudado por las oscuras y agobiantes callejuelas del casco viejo genovés, transcurre con serena fluidez esta muy buena película.

Ahora, para tratar de mejor ponderar eventuales pesares matutinos, nada como un poquito de sabiduría ajena:

- "Nada expresa mejor nuestro dolor que el no decir nada". (Richard Crashaw).

- "El silencio es el grito más fuerte". (Arthur Schopenhauer).

- "Todo es peligroso. Pero de no ser así, no valdría la pena vivir". (Oscar Wilde).

- "El hombre que soporta con lamentos la adversidad se causa a sí mismo mayor pena". (Franz Schubert).

- "La felicidad es saludable para el cuerpo, pero es la pena la que desarrolla las fuerzas del espíritu". (Marcel Proust).

- "Si por la noche lloras por no ver el sol, las lágrimas te impedirán ver las estrellas". (Rabindranath Tagore).

Y para terminar, la última cita del matutino de "Wonderland", la del poeta José Hierro, que viene muy al caso, y que podéis leer más abajo.

Besos y abrazos,

Don.

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Matutino en el país de las maravillas
(Viernes, 17 de octubre de 2003)

¡Buenos días!

Descorazonadora mañanita meteorológica tenemos, con tristonas nubes velándonos los vivificantes rayos solares. Uno no puede sino empaparse, aunque todavía no llueva, de melancolía otoñal, cada vez más colorida, pues cada vez que miro por el ventanal hay una hoja más en la ribera del Arlanzón que ha tornado al ocre o al amarillo. Pero no desesperemos, que las nubes seguro abrirán, al menos, breves y escuetas rendijas por entre las que se colarán unos esperanzadores rayos solares. ¡Una auténtica maravilla!

Ayer no fui al cine, sino que vi en la tele, en TVE2, a eso de las 23:00 horas, un "wonderfilm", una maravillosa y estupenda película de Michael Winterbottom, "Wonderland". Tiene un título, cuya traducción significa "país de maravillas", que durante la mayor parte de la película parece una ironía, pero que a ratos es una esperanzada visión de nuestras vidas. Una mezcla de cantos a la desesperanza y a la esperanza vitales.

Nos cuenta las vidas, durante un fin de semana en Londres, de tres hermanas ... y de todo el personal (padres, hermanos, hijos, vecinos, novios, amantes, ...) que pulula en su derredor. A ratos parece casi un documental y a ratos parece poesía en imágenes, con unas deliciosas escenas, que enlazan la trama, de un curioso Londres nocturno, aderezado por una sugerente banda sonora de Michael Nyman (por cierto, estoy ahorita mismo escuchando el CD de la banda sonora, también de Nyman, de otra estupenda película, "El piano").

En definitiva, una delicia de película que, como ya no está en las carteleras cinematográficas (es del año 99), os recomiendo encarecidamente que pilléis en video o DVD.

Y las maravillosas frases de sabiduría ajena para hoy son:

- "Así dicen que es la vida, agua de breve pasar, que allá en los mares se pierde, sin saber a dónde va". (Concha Lagos).

- "Sin el amor ninguna otra cualidad sirve de nada; no hace falta nada más. Es decir, sí: hace falta la continuidad del amor; pero éste es un problema que el hombre nunca ha sabido como se resuelve". (Jean Anouilh).

- "Es fácil amar a la humanidad: lo que nos cuesta realmente y lo que es algo, es el amar a nuestro vecino". (Agustí Altisent).

Y para rematar las citas ajenas una poética frase que encaja como un guante de seda con parte del espíritu de este maravillosa película y que nos muestra un país de maravillas en los resquicios neblinosos de la cruda realidad:

- "Vivamos. Llena el alma la hermosura más plena. En países de niebla también nacen flores. Después de la amargura y tras de la pena es cuando da la vida sus más bellos colores". (José Hierro).

Ciertamente, ... amén. Besos y abrazos (que surgen por entre los resquicios de las neblinosas nubes que nos envuelven),

Don.
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