jueves, 16 de julio de 2009

Cuelgues matutinos

¡Buenos días!

Otro día de verano deliciosamente suave a la vera del Arlanzón, con temperaturas rayanas en los 30ºC, agradable, soleadísimo e inmaculado de nubes. Así pues, como bien sabéis, no me queda otra que refocilarme en la ribera y sus circunstancias, de quedarme colgado, sin alambre que me suspenda, como levitando en mi particular cosmos, entusiasmado sobre mi nube de éter ... pero, ¿no había dicho que el cielo estaba impoluto de nubes? ... paradojas que se producen entre realidad y ficción, tan real esta última como la primera, cada una con sus múltiples universos, que como decía Einstein: "La realidad no es más que una ilusión, lo que sucede es que es la más persistente de todas".

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo otro film de los del ciclo de verano en versión original. Esta vez se trató de un documental, estrenado comercialmente el pasado abril, "Man on wire", de James Marsh. Se nos narran los preparativos, como en un buen film de atracos perfectos, de la aventura del funambulista francés Phillipe Petit, quien en agosto de 1974 caminó, sin permiso oficial alguno, durante 45 minutos, sobre un alambre tendido a unos 450 metros de altura entre las ya fallecidas dos torres gemelas de Nueva York, al poco de terminar su construcción, las más altas del mundo por entonces. Nada más acabar fue detenido e internado en un psiquiátrico, del que salió a los pocos días.

Fue ayudado por unos cuantos amigos más, un puñado, incluído el propio funambulista, de inofensivos delincuentes (por eso de hacer cosas sin permiso) quienes, arrastrados por el ilusionante entusiasmo de este "colgao" del riesgo, se dedicaron a preparar minuciosamente (ya tenían experiencia anterior por haberlo hecho en la catedral de Notre Dame de París y sobre un puente en la bahía de Sydney) este remedo de atraco perfecto. Con entrevistas a los ya casi ancianos participantes, recreaciones con actores y escaso material de archivo se conforma este muy buen y entretenido documental.

Ahora, para tratar de no quedarnos colgados en exceso con nada, un poquito de sabiduría ajena:

- "Nada grande se ha realizado nunca sin entusiasmo". (Ralph W. Emerson).

- "Toda actividad humana está motivada por el deseo o por el impulso". (Russell).

- "Un alma se mide por la dimensión de su deseo, del mismo modo que se juzga de antemano a una catedral por la altura de sus torres". (Gustave Flaubert).

- "La caída de un gran hombre está siempre en relación con la altura a la que ha llegado". (Balzac).

- "No tengamos envidia de los que están encaramados, porque lo que nos parece altura es despeñadero". (Séneca).

Besos y abrazos,

Don.
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