jueves, 8 de octubre de 2009

Matutinos en funcionamiento

¡Buenos días!

En este agradable y nublado día de otoño, al que le falta el frescor propio de la estación (máximas en torno a 20ºC y mínimas bastante por encima de 10ºC), que parece que mi cuerpo necesita ya, vuelvo a poner en funcionamiento estos matutinos tras más de una semana de ausencia por esas cosas de la vida que quien sabe qué. Desde luego, yo ya los necesitaba, que me funcionan a la perfección como bálsamo anímico que me permite tirar "pa'lante".

Ayer por la tarde estuve en el cine acudiendo a mi cita anual con el genial Woody Allen, a ver su última creación. Desde ya os la recomiendo encarecidamente, que desde "Match Point" (una obra maestra, cuyo matutino podéis ver si pincháis aquí) y "Melinda y Melinda" (podéis ver su matutino más abajo), no me entusiasmaba tanto un film de este director. Soberbia película.

Se trató de "Si la cosa funciona" ("Whatever works"), de Woody Allen, y con Larry David, Evan Rachel Wood, y Patricia Clarkson. Un eminente profesor y científico, especializado en física cuántica, divorciado y ya jubilado, cascarrabias, misántropo, pesimista, engreído y soberbio, acoge a regañadientes a una joven descarriada, inocentona y tontorrona. Poco a poco se van enamorando, a pesar de las pegas que él pone, y termina por casarse y ejercer de especie de Pigmalión de la joven.

Una divertidísima historia, con geniales reflexiones made in Woody Allen, con diálogos hilarantes, sobre el azar en el amor, el amor entre distintos (pero que si la cosa funciona ... ¿qué importa el resto?), el intentar ser feliz rompiendo barreras (las que nos ponemos a nosotros mismos y las que nos ponen los demás), sobre el vive la vida y el dejar vivir ... carpe diem.

Ahora, para seguir funcionando con bien a través de esta vida que nos toca por azar, nada como un poquito de sabiduría ajena, hoy toda de Woody Allen, comenzando por la frase introductoria de su magistral film "Match point", que mucho tiene que ver también con el glosado hoy, y todas las demás, también parece que extraídas de otros de sus estupendos films:

- "Aquél que dijo que más vale tener suerte que talento, conocía la esencia de la vida. La gente tiene miedo a reconocer que gran parte de la vida depende de la suerte, asusta pensar cuántas cosas escapan a nuestro control. En un partido hay momentos en que la pelota golpea con el borde de la red, y durante una fracción de segundo puede seguir hacía delante o hacía detrás. Con un poco de suerte sigue hacía delante y ganas, o no lo hace y pierdes". (Woody Allen).

- "¿Crees que la física cuántica es la respuesta? Porque... no sé, en el fondo, ¿de qué me sirve a mí que el tiempo y el espacio sean exactamente lo mismo? En fin, si le pregunto a un tío qué hora es y me dice que 6 kilómetros, ¿qué coño es eso?". (Woody Allen).

- "El amor es la respuesta, pero mientras esperas la respuesta, el sexo plantea algunas preguntas bastante interesantes". (Woody Allen).

- "El sexo sin amor es una experiencia vacía. Pero de todas las experiencias vacías que existen, hay que reconocer que es una de las mejores". (Woody Allen).

Besos y abrazos,

Don.

P.D.: ¡Eh, qué se me olvidaba!, este pasado fin de semana estuve en el Teatro Principal de Burgos viendo un espectáculo de Faemino y Cansado, esos cómicos de peculiar humor absurdo, de humor surrealista, de realismo surrealista. Es la tercera vez que los he visto, siempre en Burgos. Carcajadas aseguradas.

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Tragicómico matutino
(Jueves, 4 de noviembre de 2004)

¡Buenos días!

Día perfectamente otoñal. Palidecen los pasados verdores y transmutan en pálidos amarillos y apagados ocres, con alguna que otra sangrienta y dolorosa herida en la cromática paleta de las hojas; la bóveda celeste continúa plomiza y llora tímidamente de melancólica tristeza. Explosión de luminosísimos amarillos, sobre un fondo de cálidos y acogedores ocres, con pinceladas de ardorosamente ruborizados tonos rojizos sobre un deliciosamente contrastado fondo de rescoldos verderones y difuminado gris que realza perfecta y armoniosamente la efervescencia del foliar canto del cisne otoñal, lo que hace derramar sutiles lagrimillas de alegría vital a la bóveda celeste. Mismo paisaje, dos enfoques, solo es cuestión de perspectiva.

Con estas sensaciones, levemente esquizofrénicas, entré y salí del cine. Ayer tarde estuve viendo "Melinda y Melinda", de Woody Allen, y con Radha Mitchell. Otra genialidad de Woody Allen que nos cuenta dos historias, una desde el punto de vista trágico y la otra desde el cómico,construidas con casi los mismos elementos básicos (situaciones y objetos) pero ordenadas de distinta manera y con actores distintos (salvo quien hace de Melinda), y que se van alternando a trocitos.

En conclusión, que tragedia y comedia son lo mismo (como lo de las rayas de las cebras, eso de ¿son blancas sobre fondo negro, o negras sobre fondo blanco?), tan solo es el enfoque que le demos, como también lo son risa y llanto, verdad y mentira, cordura y locura, ... y tantos otros polos aparentemente opuestos (paradojas de la bidimensionalidad). De hecho, en uno de los numerosísimos diálogos de reflexiva sabiduría de la película de ayer, y que jalonan también todos sus otros films, se dice:

- ... y lloré.
- Pero, ¿fueron lágrimas de tristeza o de alegría?
- Da lo mismo, fueron lágrimas.

Bueno, pues casi sin solución de continuidad, continúo con más sabiduría ajena, reiterando otro aforismo de Woody Allen que os lancé hace poco:

- "El único amor duradero es el amor no correspondido" (Woody Allen).

- "La verdad es poligonal. Nunca estoy seguro de que la poseo hasta que me he contradicho cinco o seis veces". (Dryden).

¡Ah!, que se me olvidaba, anoche también vi, que la tenía grabada de ayer, del programa de Garci en TVE2 "¡Qué grande es el cine!", la maravillosa película japonesa de los años 50 "La puerta del infierno" de Teinosuke Kinugasa. Fabulosa historia, una especie de cuento moral sobre a donde puede arrastrarnos una pasión amorosa desbocada ... ¡a conseguir justo lo contrario de lo que pretendíamos! Un drama en toda regla, aderezado con unas preciosas y deliciosas imágenes, pura delicatessen estética, y con esa parsimoniosa sabiduría oriental que impregna la filmografía japonesa, aunque también la china y la de otros países de extremo oriente.

Ahora sí, termino con las citas de sabiduría ajena:

- "Todas las pasiones son buenas cuando uno es dueño de ellas, y todas son malas cuando nos esclavizan". (Rousseau).

- "La moral levanta un tribunal más alto y más terrible que el de las leyes; ella no se contenta con que podamos evitar el mal, sino que quiere que hagamos el bien; no solamente que parezcamos virtuosos, sino que lo seamos de verdad". (Rivarol).

Besos y abrazos,

Don.
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