martes, 23 de febrero de 2010

Matutino encantador

¡Buenos días!

Esta ribera embrujada, hoy turbia y gris de lluvias, que me fascina con sus encantos, los de todas sus flores, hadas y ninfas, y que me lleva en volandas, gracias al ventarrón que sopla, por los más intrincados vericuetos de la imaginación, no cesa de tratar de hechizarme. Y por momentos lo consigue ... y yo que me dejo.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo una película de animación clásica de la Disney, en 2D, como antaño. Se trató de "Tiana y el sapo" ("The princess and the frog"), de John Musker & Ron Clements. Una voluntariosa muchacha de familia humilde, en la Nueva Orleans de los años 20, sueña con poseer un restaurante, esforzándose por conseguirlo, con lo que no disfruta de la vida. Un día se encuentra con un sapo hechizado que dice ser un príncipe y que le propone un beso para desencantarlo. Se niega en principio pero, ante la promesa del sapo de ayudarla en su empresa, lo termina besando ... y ella se convierte en rana.

Una muy buena película, un cuento clásico con giros modernos (que recuerdan en mucho a la genial "Shrek"), divertida, entretenida, con buena música (aires de jazz años 20) ... y poco melosa, para lo que se estilaba en la Disney (se nota la mano de John Lasseter, el creador de Pixar, especializada en animación por ordenador, y absorbida por la Disney); aunque de final con boda, como en todo cuento de príncipes y princesas que se precie. Además de a "Shrek" me recordó algo a "Pocahontas" y "Mulan", también de la Disney. Historia de una chica independiente, moderna, y que no sueña con príncipes azules, pero que todavía no ha descubierto todo lo que ella verdaderamente necesita, tal y como reza la canción que suena al final de la película: "Never knew I needed".

Ahora, algo de sabiduría ajena para no dejarnos hechizar por embaucadores:

- "El encanto de las rosas es que siendo tan hermosas no conocen que lo son". (José María Pemán).

- "Haz lo necesario para lograr tu más ardiente deseo, y acabarás lográndolo". (Ludwig van Beethoven).

- "En nuestros locos intentos, renunciamos a lo que somos por lo que esperamos ser". (William Shakespeare).

- "No pretendas que las cosas sean como las deseas; deséalas como son". (Epicteto).

- "Lo que por el día se piensa, a la noche se sueña". (refrán).

- "En la vida humana solo unos pocos sueños se cumplen, la gran mayoría de los sueños se roncan". (Enrique Jardiel Poncela).

- "Vivid no de acuerdo con los ideales recibidos, sino con vuestra intuición más vehemente". (Antonio Gala).

- "Mi felicidad consiste en que sé apreciar lo que tengo y no deseo con exceso lo que no tengo". (León Tolstoi).

- "Cada hombre está eternamente obligado, en el curso de su breve vida, a elegir entre la esperanza infatigable y la prudente falta de esperanza, entre las delicias del caos y las de la estabilidad". (Marguerite Yourcenar).

- "Si te casas, lo lamentarás. Si no te casas, también lo lamentarás". (Sören Kierkegaard).

Besos y abrazos,

Don.
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