miércoles, 24 de febrero de 2010

Obturando la paranoia matutina

¡Buenos días!

La pertinaz y plomiza nubosidad no cesa de obstruir con bastante eficacia los rayos de sol. Y llevamos así varios días. Y yo ya voy echando en falta un buen baño de sol, aunque sea tibio como este algo paranoico sol invernal que no veo y que se cree perseguido por las nubes que no le dejan desarrollar su necesaria labor. Bueno, sol, no nos dejemos hundir por alucinación alguna, pongámosle freno, que la realidad es la que es, y las incesantes borrascas de estos días ya pasarán y mientras tanto disfrutemos de la difuminada foto del gris paisaje que nos deja tanto velo nuboso, tan bello como la intensidad de colorido contraste que habrá en cuanto las nubes dejen de estar cerradas y se les abran ventanas de luz arrolladora.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Shutter Island", de Martin Scorsese, y con Leonardo di Caprio, Mark Ruffalo, y Ben Kingsley. Está basada en un relato de Dennis Lehane, en otro de los cuales se inspiró Clint Eastwood para rodar una de sus obras maestras, por lo que a mí respecta, "Mystic river", cuyo matutino podéis ver en este enlace, tras el de otra excepcional película, "Gran Torino". De Scorsese, cuyas últimas películas no acaban de gustarme del todo, muy especialmente "Gangs of New York", podéis leer el matutino de su anterior film, "Infiltrados" ("The departed"), aquí.

En los años 50, cuando la paranoia comunista en Estados Unidos durante la Guerra Fría, un policía judicial y su compañero viajan a la isla del título, donde hay un hospital mental penitenciario en el que están encerrados los peores psicópatas criminales, para investigar la misteriosa desaparición de una de las pacientes. Poco a poco todo devendrá en claustrofóbica pesadilla donde nuestro protagonista tendrá que enfrentarse a sus fantasmas del pasado entre una maraña de alucinaciones.

Este thriller psicológico lleno de giros argumentales (hacia el final), sobre la incapacidad de enfrentarnos a los hechos, sobre como se percibe la realidad, sobre sumirse en abismos de locura y que tantea los límites de la cordura, no me gustó demasiado en general. Con altibajos, pues por breves momentos me enganchaba y en otros percibía flaquezas en el hilo de la historia. El final me pareció muy bueno, lo que no quiere decir que sea un final bueno (que acaba bien) ... ni malo ... Por cierto, soberbio y maravilloso me pareció el tema musical que ilustra los créditos finales, y que me hizo preguntarme como fue la banda sonora ... no lo recuerdo ... lo que según decía "no recuerdo quien" (alguien relacionado con el cine) es síntoma de que fue muy buena, pues decía, más o menos, que si no se era consciente de la banda sonora es que cumplía con su cometido de subrayar sin ser la protagonista.

Bueno, para tratar de retener nuestra demencia en un nivel tolerable, nada como un poquito de sabiduría ajena:

- "Por muy larga que sea la tormenta, el sol siempre vuelve a brillar entre las nubes". (Khalil Gibran).

- "Despréndete de todas las impresiones de los sentidos y de la imaginación, y no te fíes sino de la razón". (René Descartes).

- "La enfermedad es un proceso más que un estado y su estallido no es un comienzo, sino el final de una desviación viciosa de lenta y larga elaboración". (Hipócrates).

- "El hombre se descubre cuando se mide con un obstáculo". (Antoine de Saint Exupéry).

- "Loco es el hombre que ha perdido todo menos la razón". (Gilbert K. Chesterton).

- "Hay hombres que se creen sabios cuando su locura dormita". (Denis Diderot).

- "Hay más locos que cuerdos, y en el mismo cuerdo hay más locura que cordura". (Chamfort).

Besos y abrazos,

Don.
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