jueves, 13 de mayo de 2010

Matutino encamado

¡Buenos días!

Ha estado nevando a la vera del Arlanzón buena parte de la mañana, casi hasta las once, en que poco a poco, tras pasar por el aguanieve, hemos llegado a las lluvias, donde ahora nos encontramos. Día ventoso y lluvioso, frío, con temperaturas rondando los 5ºC al mediodía. Es la primera vez, en los más de 11 años que llevo por aquí, que veo nevar de este modo en mayo: hubo momentos en que caían copos como boinas. Así pues, con estos condicionantes climáticos, estuve en un tris de no levantarme de la cama esta mañana y seguir retozando y remoloneando en ella, como me imagino estarán haciendo mis hadas y ninfas también, e incluso las que se aventuren por la ribera en tales condiciones meteorológicas, que más de una vez supongo habrán tenido que encamarse sobre las praderas ribereñas a la espera de mejoría.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Habitación en Roma", de Julio Medem, y con las bellísimas Elena Anaya y Natasha Yarovenko. Es una especie de remake, una muy libre adaptación de un film chileno de 2005, "En la cama", de Matías Bize, que todavía no he visto. De Medem he visto todos de sus anteriores siete largometrajes: "Vacas" (1992), "La ardilla roja" (1993), "Tierra" (1995), "Los amantes del círculo polar" (1998), "Lucía y el sexo" (2000), "La pelota vasca, la piel contra la piedra" (2003), y "Caótica Ana" (2007). Pinchando aquí podéis ver los matutinos de las tres últimas. Este director, del que me encantaban todas sus películas, incluida la de 2003, por la que recibió unos terribles e injustos palos (fue una cuestión de miserias políticas de la época), no levanta cabeza desde entonces, pues las dos últimas, la anterior y la que en seguida pasaré a glosar, me parecieron más bien un fiasco (respecto de su anterior filmografía, de la que destacaría la maravillosa y fascinante "Lucía y el sexo", su obra cumbre, que os recomiendo encarecidamente).

"Habitación en Roma" nos cuenta la historia, en una sola noche, la del solsticio de verano, de dos chicas, española y rusa, cada una con su bagaje emocional a cuestas, que se conocen en un bar de Roma, flirtean y, como una bola de nieve rodando pendiente abajo, acaban en pasión amorosa tras la ardorosa encamada. Desnudan sus cuerpos y almas en la habitación del hotel, con las típicas mentiras o medias verdades iniciales de todo ligoteo que se precie, en una noche de sexo y confidencias ... más de lo segundo que de lo primero, que dice el tópico que las mujeres son más de hablar que nosotros ... aunque todo depende.

Como siempre en los films de este director, buena banda sonora y muy cuidada fotografía pero, como en su anterior film, me decepcionó la historia. A pesar del éxtasis contemplativo de los maravillosos cuerpos (desnudos o no) y hermosos rostros de ambas actrices principales, no pude superar las puntadas de cursilería y pretenciosidad con las que estaba ribeteado el guión, ni cierta sensación de vacuidad de contenido, sobre todo en la primera mitad.

Ahora, ahí os tiendo unas cuantas citas de sabiduría ajena:

- "¿Es sucio el sexo? ... Solamente cuando se hace bien". (Woody Allen).

- "No es la política la que crea extraños compañeros de cama, sino el matrimonio". (Groucho Marx).

- "Ella habrá perdido el arte de la conversación, pero no la capacidad de hablar". (George Bernard Shaw).

- "Hay mujeres que ni cuando mienten dicen la verdad". (Joaquín Sabina).

- "La verdadera amistad llega cuando el silencio entre dos parece ameno". (Erasmo de Rotterdam).

- "Ese amor que nace súbitamente y sin explicación alguna es el más difícil de extinguir". (Jean de la Bruyère).

- "No hay un final. No existe un principio. Solamente existe una infinita pasión por la vida". (Federico Fellini).

Besos y abrazos,

Don.

P.D.: Dados los recientes recortes presupuestarios gubernamentales, con los que darán por "ahí" a los funcionarios, ¡qué encamaditos estaremos gobierno y funcionarios!, os tiendo una cita antigua, de un ilustre romano, para que veáis que en todas partes, incluso a lo largo de los eones, cuecen (cocían) habas, y que nos haga de tonto bálsamo el refrán ese que dice "mal de muchos, consuelo de tontos":

- "El presupuesto debe equilibrarse, el Tesoro debe ser reaprovisionado, la deuda pública debe ser disminuida, la arrogancia de los funcionarios públicos debe ser moderada y controlada, y la ayuda a otros países debe eliminarse para que Roma no vaya a la bancarrota. La gente debe aprender nuevamente a trabajar, en lugar de vivir a costa del Estado". (Marco Tulio Cicerón, siglo I a.C.).
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