lunes, 21 de marzo de 2011

La mitad de mis pequeños matutinos

¡Buenos días!

En esta mañana de lunes, recién nacida, tan pequeñita, todavía no puedo encontrarme a mitad de ella, cuando este templado solete nos reconforte con suavidad; como tampoco estamos a mitad de la primavera recién estrenada hoy mismo a eso de las 00:21 horas. No sé si estos matutinos que son parte indisoluble de mí mismo, quizás pequeña (gran) parte, lleguen a ser mi mitad ... que eso lo dejo para otras historias de amor.

Este fin de semana he estado en el cine viendo dos películas, españolas ambas. Por orden cronológico, la primera fue "Vidas pequeñas", de Enrique Gabriel, y con Ana Fernández y Roberto Enríquez, entre muchos otros. Una diseñadora de moda, con graves problemas financieros que la llevan a la bancarrota, conoce a un mimo callejero que actúa en los pasillos de un centro comercial, que le ofrece irse a vivir con él, en un camping en el extrarradio urbano. Surgirá el amor entre ellos mientras conviven con otros desheredados por la crisis económica, cada uno arrastrando sus propias y distintas miserias por la escasez de dinero y tratando de salir adelante. No me gustó.

Al día siguiente estuve viendo "La mitad de Óscar", de Manuel Martín Cuenca, y con Verónica Echegui y Rodrigo Sáenz de Heredia. Tercer largo de ficción de este espléndido director, de quien había visto los dos anteriores, "Malas temporadas" (2005) y "La flaqueza del bolchevique" (2003), dos maravillas que me entusiasmaron, y que os recomiendo, y cuyos matutinos podéis ver pinchando aquí.

Óscar trabaja como guardia de seguridad en una salina casi abandonada. Vive solo y cada día sigue exactamente los mismos horarios y rutina cotidianos. Visita a su abuelo enfermo y parece estar esperando una carta o llamada telefónica que nunca llega ... hasta que llama su hermana, a la que no ve desde hace dos años, anunciando que irá a ver al abuelo (que fue quien les cuidó en su infancia).

A pesar de estar hecha con similares mimbres a sus anteriores dos films que había visto, esta minimalista y muy intimista película, cuidadísima formalmente, no me emocionó gran cosa, no enganché con esta historia de un tipo solitario absorto en su rutina y misteriosos recuerdos de un amor imposible, y eso que en "La flaqueza del bolchevique" también se trataba de una perturbadora historia de amor.

Ahora, un poquito de sabiduría ajena, que no sé si será la mitad de estos matutinos, lo dudo, pero al menos es la tercera y final parte de ellos:

- "La verdadera medida de la riqueza es el no estar demasiado cerca ni demasiado lejos de la pobreza". (Séneca).

- "De rico a pobre pasé, y sin camaradas me quedé). (refrán).

- "Hay en la bendita gente un sarcasmo que me mata: lástima cuando uno no tiene y envidia cuando uno gasta". (Rigoberto Rodríguez).

- "La naturaleza es grande en las grandes cosas, pero grandísima en las pequeñas". (Bernardin de Saint-Pierre).


- "Si el hombre alcanzara la mitad de sus deseos, redoblaría sus inquietudes". (Benjamín Franklin).

- "En la vida, la mitad es deseo, y la otra mitad, descontento". (Carlo Dossi).

- "Más vale buena esperanza que ruin posesión". (refrán).

- "La civilización ha convertido la soledad en uno de los bienes más preciados que el alma apetecer pueda". (Gregorio Marañón).

- "Podemos vivir solos, siempre que sea esperando a alguien". (Gilbert Cesbron).

Besos y abrazos,

Don.
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