martes, 7 de junio de 2011

Doctrina matutina anti-shock

¡Buenos días!

Sigue sobresaltándonos esta revoltosa primavera con otro día de rayos y truenos, e inesperados chaparrones (salvo que sepamos algo de meteorología) ... así que regulo mis emociones a través de estos matutinos y sus circunstancias, y afronto serenamente y con firme persistencia la tozudez climática, que lo que viene suele irse por donde vino. Mis hadas y ninfas revolotean con dulzura en mi derredor y con sus alados susurros, a cubierto de inclemencias, calman las más enardecidas sacudidas del alma.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo un espléndido documental que os recomiendo. De imprescindible visión por lo que nos cuenta. Se trató de "La doctrina del shock" ("The shock doctrine"), de Michael Winterbottom y Mat Whitecross. De Winterbottom he visto la mayoría de sus films. Podéis ver el matutino de su ¿anterior? film, no, que es posterior a la glosada hoy, que vi hace pocos meses, "El demonio bajo la piel", pinchando aquí.

Se trata de un documental del año 2009, que aquí ha llegado con bastante retraso, que está basado en el best-seller "The shock doctrine: the rise of disaster capitalism" de Naomi Klein. Tiene bastante relación con otro documental que vi también hace pocos meses, "Inside job", cuyo matutino podéis ver pinchando acá; y una relación tangencial con otro film del propio Winterbottom, un falso documental del año 2005, especie de "docudrama", titulado "Camino a Guantánamo", cuyo matutino podéis ver pinchando aquí.

Vertebrado por retazos de diversas conferencias que sobre su libro va dando la autora en diversos foros, se postula la tesis de que durante estos últimos 40 años ciertos gobiernos, los dominados por las radicales teorías neoliberales de cierto grupo de pensadores encabezados por el premio Nobel de economía Milton Friedman, fomentan y se aprovechan de guerras, terrorismo, epidemias y demás desastres naturales para barrer el entramado de intereses públicos y políticas sociales, e instaurar todo tipo de reformas a favor del salvaje libre mercado, impuestas mediante el miedo (en los países ricos y pobres) o por la fuerza bruta a base de represión de gobiernos títeres (en los países pobres, que esto no está bien visto en las democracias occidentales), "shockando" a la población para que no reaccione.

Y lo gracioso es que vista la crisis actual, claramente provocada por la avidez de estos despiadados y codiciosos tiburones financieros, todavía seguimos haciendo caso a instituciones internacionales que aprietan a determinados países a que impongan esas mismas medidas para salvarlos de su crisis, medidas que lo único que hacen es trasvasar riqueza de los pobres a los ricos, cada vez más innecesariamente ricos, como la reciente historia se encarga de demostrarnos: antes del brote neoliberal occidental de los 80 con Reagan y Thatcher, el sueldo de los magnates financieros norteamericanos era unas 10 veces mayor que el salario medio (no el mínimo) de la población estadounidense ... hoy día es unas 40 veces mayor ... ¡para indignarse! ...

Ahora, algo de serena sabiduría ajena con la que mejor afrontar los eventuales shocks de la vida en general, y de la economía en particular:

 - "La igualdad en la riqueza debe consistir en que ningún ciudadano sea tan opulento que pueda comprar a otro, ni ninguno tan pobre que se vea precisado a venderse".  (Jean Jacques Rousseau).

 - "La riqueza de un país no la hace un pequeño número de fortunas colosales, sino la multiplicidad de fortunas mediocres".  (Stendhal).

 - "La sociedad ha llegado a un momento en que ya no adora al becerro de oro, sino al oro del becerro".  (Antonio Gala).

 - "Crees grande la riqueza porque te encuentras muy lejos de ella, pero es pobre a los ojos de quienes la poseen".  (Lucio Anneo Séneca).

 - "Oro, poder y riquezas
muriendo has de abandonar,
al cielo sólo te llevas
lo que des a los demás".  (Eduardo Marquina).

 - "El dinero es como el estiércol: no es bueno a no ser que se esparza".  (Bacon).

Besos y abrazos,

Don.
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