martes, 20 de septiembre de 2011

Matutino a flor de piel

¡Buenos días!

Es tan evidente que casi puede verse, ya sabéis, mi arrebatado amor por estos matutinos y cuanto les rodean. Cada mañana los moldeo y ellos, a su vez, van dando forma a mis circunvoluciones cerebrales, aunque siempre quedará un reducto para mi intrínseca autenticidad, con independencia del envoltorio formal. Por lo demás, este verano que casi acaba sigue floreciendo tardíamente en mi piel a la espera de granar en otoño.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "La piel que habito", de Pedro Almodóvar, y con Antonio Banderas y Elena Anaya (tan bombón como siempre). Salvo algunas de sus primeras películas, he visto casi toda la filmografía de este director, que a veces me encanta y otras no tanto. Por ejemplo, la anterior, "Los abrazos rotos", fue de las que tampoco.

Un eminente cirujano plástico atormentado por el fallecimiento de su mujer en un accidente de tráfico en el que se quemó investiga sobre un tipo de piel transgénico resistente a las quemaduras. Para ello, saltándose cualquier código deontológico, utiliza una cobaya humana, alguien a quien retiene contra su voluntad.

Ésta fue de esas de Almodóvar que no me han gustado, en general, salvo algunos detalles hacia el final. Formalmente (fotografía, banda sonora, etc.) es muy buena, pero la historia hace aguas por casi todos los lados, pareciéndome anodina una inmensa parte de su metraje, a pesar de tratar de reflexionar sobre nuestra autenticidad interior con independencia de los lacitos que nos pongan o pongamos. Podría haber sido una gran historia, pero ... Y como siempre en estos casos de cierto disgusto cinéfilo, me refocilé en la arrobadora belleza de Elena Anaya.

Ahora, algo de sabiduría ajena para que habite en nuestras mentes y las modele en cierto modo:

 - "Las películas se suelen juzgar en primer término por su impacto visual en vez de por su contenido. Esto supone y conlleva un gran perjuicio para el cine. Es como valorar una narración solamente por la calidad de su prosa".  (Orson Welles).

 - "Lo más profundo del hombre es su piel".  (Paul Valéry).

 - "Los hombres de estado son como los cirujanos: sus errores son mortales".  (François Mauriac).

 - "Trabajar con amor es construir una casa con cariño, como si vuestro ser amado fuera a habitar en esa casa".  (Khalil Gibran).

 - "No vayas fuera, vuelve a ti mismo. En el hombre interior habita la verdad".  (San Agustín).

 - "La belleza de la mujer se halla iluminada por una luz que nos lleva y convida a contemplar el alma que tal cuerpo habita, y si aquélla es tan bella como éste, es imposible no amarla".  (Sócrates).

Acertado y hermoso pensamiento socrático.

Besos y abrazos,

Don.
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