miércoles, 30 de noviembre de 2011

Analizando la mente y el alma de estos matutinos

¡Buenos días!

En ello me encuentro cada mañana tras ver una película, u obra de teatro, retorciéndose en sus reflexiones mis neuronas, incluso retorciéndose de gusto con ello, regodeándose en una especie de onanismo intelectual, acrecentando aún más si cabe el número de circunvoluciones de mi córtex cerebral. El alma lumninosa de estos últimos días de otoño sigue por sus fueros, con sol radiante y agradabilísimo y plácido clima (12ºC de máxima), de momento alejada de las tormentosas, ventosas y lluviosas neurosis de pasados días, ya lejanos.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo una extraordinaria película que os recomiendo, por las intensas reflexiones que me indujo. Se trató de "Un método peligroso" ("A dangerous method"), de David Cronenberg, y con Keira Knightley, Michael Fassbender, y Viggo Mortensen. Está basada en una obra de teatro, "The talking cure" (2002), de Christopher Hampton, guionista de esta película; y en la novela de John Kerr "A most dangerous method" (1993).

De este director he visto unos pocos de los muchos films de su larga carrera, en concreto los dos últimos: "Una historia de violencia" ("A history of violence", 2005) y "Promesas del este" ("Eastern promises", 2007).

Llega una joven paciente, Sabina Spielrein, con graves transtornos emocionales a un hospital donde el psiquiatra Carl G. Jung ensaya en ella un tratamiento experimental, el psicoanálisis (curación por la palabra), creado por Sigmund Freud, a quien idolatra. Freud y Jung, radicalmente distintos y complementarios en sus posiciones filosóficas, entablan relación epistolar y terminan por conocerse. Spielrein, ya curada, se hace amante de Jung, quien cede a sus rígidos preceptos morales, cayendo en la tentación. Posteriormente los dos psiquiatras se distancian, y Spielrein, ya doctorada en psiquiatría, y repudiada por Jung, termina por influir notablemente con sus ideas en la teoría que Freud y Jung elevaron a los altares de la ciencia.

Nos narra el origen del psicoanálisis; y una turbulenta relación amorosa, pasional y plena de liberador sexo sin tapujos. Excepcional película, densa, plena de intensos diálogos, debates intelectuales que dan mucho que pensar sobre la verdadera condición humana, sus hipocresías y sus pulsiones, desprovista de la turbadora máscara de los códigos morales y convencionalismos sociales que, por otro lado, es lo que nos permite vivir ¿civilizadamente? ...

Ahora algo de sabiduría ajena, con la que mejor analizar nuestras propias ideas, depurándolas a través del tamiz de las de otros, comenzando por una del guionista del film, y terminando con varias de Freud y una de Jung:

 - "Trata de personas que intentan moverse dentro de las reglas de la civilización y conducir a sus pacientes hacia 'la norma', al mismo tiempo que van dándose cuenta de que no hay 'norma' y que ellos, como todos nosotros, viven en los límites y deben sobrellevar estas contradicciones y hacer que tengan sentido".  (Christopher Hampton).

 - "Espantoso juego el del amor, en el que es preciso que uno de ambos jugadores pierda el gobierno de sí mismo".  (Charles Baudelaire).

 - "El amor es sabiduría en los locos, y locura en los sabios".  (Samuel Johnson).

 - "El amor es la respuesta, pero mientras usted la espera, el sexo le plantea unas cuantas buenas preguntas".  (Woody Allen).

 - "El sexo solo es sucio si se hace bien".  (Woody Allen).

 - "No hay amor sin instinto sexual. El amor usa de este instinto como de una fuerza brutal, como el bergantín usa el viento".  (José Ortega y Gasset).

 - "Cualquiera que despierto se comportase como lo hiciera en sueños sería tomado por loco".  (Sigmund Freud).

 - "La ciencia moderna aún no ha producido un medicamento tranquilizador tan eficaz como lo son unas pocas palabras bondadosas".  (Sigmund Freud).

 - "Como a nadie se le puede forzar para que crea, a nadie se le puede forzar para que no crea".  (Sigmund Freud).

 - "La incapacidad para tolerar la ambigüedad es la raíz de todas las neurosis".  (Sigmund Freud).

 - "La tensión entre las exigencias de la conciencia moral y las operaciones del yo es sentida como sentimiento de culpa".  (Sigmund Freud).

 - "Un hombre que no ha pasado a través del infierno de sus pasiones, no las ha superado nunca".  (Carl Gustav Jung).

Besos y abrazos,

Don.
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