¡Buenos días!
En esta plácida, soleada y tranquila mañana de calmo invierno me propongo conducir un nuevo matutino, casi al ralentí, como la mañana invita, por los derroteros a los que me lleve la imaginación, regalándome realmente con todo lo que me rodea.
Ayer por la noche estuve en el cine viendo "Drive", de Nicolás Winding Refn, y con Ryan Gosling y Carey Mulligan (tan adorable como siempre). Está basada en la novela homónima de James Sallis. Es el primer film que veo de este director danés.
Un enigmático y solitario conductor, que trabaja como mecánico en un taller, lo hace también en trabajos esporádicos que le busca el dueño del taller, tanto como especialista de cine (de día) como para delincuentes que necesitan coche de fuga en sus atracos (de noche). La vida parece que le va a cambiar cuando su jefe decide que participe como piloto de carreras en un equipo que va a montar, con la financiación de unos mafiosos locales, y cuando conoce y se enamora de su hermosa vecina, madre de un hijo y cuyo marido está en la cárcel. Pero éste sale anticipadamente, tiene problemas con la mafia, y el conductor decide ayudarle. Pero todo sale mal.
Una buenísima película, que aunque parezca de persecuciones por título y argumento, no lo es, que es mucho más, incluso a pesar del magistral arranque, antes de los títulos de crédito iniciales, la mejor persecución de coches que he visto en mi vida, sosegada y reflexiva, totalmente alejada de esas pasadas de revoluciones que pululan por cualquier película de acción, aunque intensísima por la tensión que transmite.
Una historia con aires de cine negro y de western, con un estoico jinete solitario, taciturno (sus actos dicen más de él) y sin pasado, que aparece y ayuda a quien ama, con arrebatos de furiosa violencia, cruda y seca, especialmente concentrados de la mitad hacia el final. Película oscura y de alma poética, de deslumbrante fotografía y fascinante banda sonora, que me encantó y que os recomiendo si no os importan las buenas dosis de descarnada violencia que contiene.
Ahora, os regalo algo de sabiduría ajena, que seguro nos ayuda a mejor conducirnos por los vericuetos vitales:
- "Si la razón hace al hombre, el sentimiento le conduce". (Jean Jacques Rousseau).
- "El amor y la poesía me embriagan, inocentemente, como al tigre la sangre". (Arrabal).
- "Deje palabras quien ama,
que sin obras todas vuelan;
porque palabras y plumas
dicen que el viento las lleva". (Tirso de Molina).
- "La violencia crea más problemas sociales que los que resuelve y, por tanto, no conduce nunca a una paz permanente". (Martin Luther King).
Besos y abrazos,
Don.
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