lunes, 11 de junio de 2012

Servidumbre matutina

¡Buenos días!

Ya sabéis de mi compromiso, de mi dependencia de estos matutinos, sin los cuales se me haría todo más difícil, pues me sirven para mirar de otro modo la realidad, y me proporcionan toda clase de comodidades anímicas; lo mismo que sucede con toda su cohorte de hadas y ninfas, que siempre pululan allende y por entre los áticos de mis entendederas. Y de como me sirvo de estos días de primavera, alegre y revoltosa, que bien nos regalan sol y calor como ponen a nuestro servicio algo de frescor y nubes que nos hagan más llevadero el tránsito al sofocante verano, para mejor templar el ánimo.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "Las chicas de la sexta planta" ("Les femmes du 6ème étage"), de Philippe Le Guay, y con Fabrice Luchini, Sandrine Kiberlain, Natalia Verbeke, Carmen Maura, Lola Dueñas, Berta Ojea, Nuria Solé y Concha Galán. Es el primer largo que veo de este director.

En el París de los años 60 un acaudalado burgués pasa su aburrido día a día dedicado a su negocio y familia. Su vida cambiará cuando tome conciencia de las chicas que residen hacinadas en el ático (la sexta planta) de su señorial edificio, unas españolas que trabajan como criadas en el propio edificio y en otros, en pleno boom de la emigración española a Francia. Una joven, recién llegada, con mucho desparpajo, acabará contratada por su mujer para sustituir a la vieja criada francesa que tenían. Estas mujeres, alegres, extrovertidas y plenas de desbordante vitalismo, cambiarán el modo de mirar y actuar de este anodino hombre, sobre todo la hermosa recién llegada, catalizadora de ese cambio.

Una estupenda película, que a ratos es seducida por el tópico, pero en otros se deja cautivar por la amable crítica social. Una comedia costumbrista sobre la emigración española a Francia, y la toma de conciencia, por parte de algunos, de sus a veces míseras condiciones de vida. Os la recomiendo, aunque solo sea porque nos servirá de contraste con la situación que ahora vivimos en España (donde somos los señores servidos por otros emigrantes).

Por supuesto, dado lo equitativamente bilingüe de este film, es imprescindible, no solo recomendable, el ir a verla en versión original (con subtítulos), porque si no se perderían algunos dobles sentidos y eso de la incomprensión intercultural. Tiene mucha relación con otra excelente y muy recomendable película española del año 2006, "Un franco, 14 pesetas", de Carlos Iglesias.

Ahora, algo de sabiduría ajena, que tal vez nos sirva para una mejor comprensión del de enfrente, de arriba o de abajo:

 - "La única intención de la vida es servir al género humano".  (León Tolstoi).

 - "Un hombre solamente tiene derecho a mirar a otro hacia abajo cuando ha de ayudarle a levantarse".  (Gabriel García Márquez).

 - "Sé caritativo antes que el dinero te haga avaro".  (Thomas Browne).

 - "El que con amor trabaja, a otro lleva ventaja".  (refrán).

 - "La libertad no es con frecuencia para el hombre sino la facultad de escoger su servidumbre".  (Gustave Le Bon).

 - "Amor es aquella cosa que pone en servidumbre a los libres y da libertad a los siervos".  (Ramón Llul).

 - "Dormía..., dormía y soñaba que la vida no era más que alegría. Me desperté y vi que la vida no era más que servir... y el servir era alegría".  (Rabindranath Tagore).

Besos y abrazos,

Don.
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