miércoles, 18 de julio de 2012

Matutino por amor al prójimo

¡Buenos días!

Nada me cuesta mantener estas conversaciones matutinas al albur de los bits informáticos, que me son de gran utilidad y espero sean de provecho a quienes beban de sus fuentes, con la confianza de que no caigáis trompa a pesar de que os pudieran embriagar. Por lo demás, este sol de verano nos está dando tanto de sí mismo, tanto calor, que nos sofoca (pues a poco que nos dé es suficiente) y buscamos umbrío refugio casi desde que aparece por la línea del horizonte. Lo sobrellevaremos con resignación a sabiendas de que en breve tiempo nos dará cálido aliento pero sin agobiar.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Elefante Blanco", de Pablo Trapero, y con Ricardo Darín, Jérémie Renier, y Martina Gusman. De este director vi hace años otro de sus anteriores films, "El bonaerense" (2002), cuyo matutino podéis ver más abajo. El título hace referencia tanto a un edificio abandonado de Buenos Aires, como a una expresión de esas tierras que significa "algo sin utilidad, pero que cuesta mucho mantener".

Un cura que desarrolla su labor entre indígenas de la selva amazónica se salva de una matanza perpetrada por el ejército. Su gran amigo, también cura, que desarrolla su labor en una barriada marginal de chabolas en Buenos Aires le convence para que se una a él en su proyecto social y espiritual en una parroquia en torno a un inmenso edificio abandonado, el Elefante Blanco, que iba a haber sido un hospital que jamás se llegó a inaugurar. También cuentan con la ayuda de una comprometida asistente social en su lucha contra la corrupción institucional, y de las jerarquías eclesiásticas y políticas, para tratar de que se construyan un centro y unas viviendas sociales en la barriada con el fin de mitigar la miseria, drogodependencia, delincuencia y violencia que se enseñorean de ese gueto marginal.

Una buena película, de denuncia social, pero también sobre la frustración de esta especie de quijotes que, en cuanto la superan, no cesan de toparse una y otra vez contra molinos de corrupción e indiferencia institucional. Una historia de amor por el prójimo, de fe (más allá de lo religioso) en la labor social realizada. Labor similar a la que entre los años 50 y 80 del siglo pasado hizo el famosísimo padre Llanos en la madrileña barriada chabolista del Pozo del Tío Raimundo. Por los detalles de violencia marginal en las favelas me recordó a la sobresaliente y recomendabilísima "Ciudad de Dios" ("Cidade de Deus", 2002) de Fernando Meirelles.

Ahora, para vosotros, ahí os regalo unas citas de sabiduría ajena, que tal vez os sirvan de ayuda:

 - "Antes de juzgar al prójimo, pongámosle a él en nuestro lugar y a nosotros en el suyo, y a buen seguro que será entonces nuestro juicio recto y caritativo".  (San Francisco de Sales).

 - "La costumbre de vivir para nosotros nos hace cada vez más incapaces de vivir para el prójimo".  (Alejandro Vinet).

 - "La obra humana más bella es la de ser útil al prójimo".  (Sófocles).

 - "El amor al prójimo no conoce límites ideológicos ni confesionales".  (Martin Niemoeller).

 - "Puede ser un héroe lo mismo el que triunfa que el que sucumbe, pero jamás el que abandona el combate".  (Thomas Carlyle).

 - "El infortunio, el aislamiento, el abandono y la pobreza son campos de batalla que tienen sus héroes".  (Víctor Hugo).

 - "Un hombre solamente tiene derecho a mirar a otro hacia abajo cuando ha de ayudarle a levantarse".  (Gabriel García Márquez).

Besos y abrazos,

Don.

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Matutino muy bien aireado (que no airado)
(Miércoles, 17 de septiembre de 2003)

¡Buenos días!

Pues sí, estos matutinos se airean bien, a través de los conductos cibernéticos, y espero que lleguen como una suave brisa a vuestros "oidos oculares". Y una suave brisa, muy buenos aires, tenemos estos días en Burgos. Ni fríos ni cálidos, en su justa medida, y que además nos barren todo rastro de nubes, permitiendo al sol regarnos con generosidad. Y este riego y la buena aireación hacen germinar en nuestras mentes buenas semillas, buenos pensamientos, impidiendo podredumbres de cualquier tipo.

Ayer estuve viendo en el cine la película argentina "El bonaerense", de Pablo Trapero, y con Jorge Román. Antes que nada, comentar que el título, más que ver con el gentilicio de los de Buenos Aires, se refiere a como se llaman los policías de esa ciudad. Nos cuenta la historia de un tipo anodino, miserable y algo torpe, que llevaba una buena vida en su pueblo como cerrajero (poco mañoso) y descerrajador ocasional de cajas fuertes ajenas (en esto más hábil), y que por azares de la vida (para huir de la cárcel) acaba siendo policía en Buenos Aires. Nos habla de corrupción policial y es un film anodino al principio y que se va tornando cutre, sórdido, duro, sin concesión a casi nada positivo.

Bueno, y tras este tufillo pesimista, volvamos a airear nuestro matutino, y nuestras mentes, a base de frasecitas de sabiduría ajena:

 - "La libertad es el derecho de hacer lo que las leyes permiten. Si un ciudadano tuviera derecho de hacer lo que éstas prohíben, ya no sería libertad, ya que cualquier otro poseerá el mismo derecho".  (Charles Louis de Secondal).

 - "El hombre nació libre, pero en todas partes está encadenado".  (Rousseau).

 - "La libertad, por lo que respecta a las clases sociales inferiores, es poco más que la elección entre trabajar o morirse de hambre".  (Samuel Johnson).

 - "La pobreza es un gran enemigo de la felicidad humana. Destruye la libertad y hace impracticables algunas virtudes y sumamente difíciles otras".  (Samuel Johnson).

Besos y abrazos airosos, que no airados,

Don.
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