martes, 26 de febrero de 2013

El matutino que está triste y azul

¡Buenos días!

Con este sol radiante de febrero, que ni quema ni enrojece, es difícil estar triste, aunque sí azul, más bien tirando a lívido, por el ventoso y gélido frío de estos días pasados de fin de semana, y lo que nos queda, al menos hasta mediados de ésta. Amo sin mesura a estos matutinos y todo lo que les rodea, jovial amor al que, cual diamante (de esos que no se regalan por San Valentín), nada lo desgasta, ni siquiera la más corrosiva rutina, con la que suelo lidiar sin problemas, porque no es más que otro elemento en nuestras vidas.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Blue Valentine", de Derek Cianfrance, y con Ryan Gosling y Michelle Williams (espléndidas actuaciones las de ambos). Es el primer largo que veo de este director. De la guapa actriz protagonista, recuerdo haber visto el año pasado una deliciosa película, "Mi semana con Marilyn" ("My week with Marilyn"), de Simon Curtis.

Un joven matrimonio lleva 6 años de convivencia y tienen una hija casi de esa edad. Empiezan a percibir que su relación se está desmoronando a pesar de haber vivido en sus inicios una apasionada y preciosa historia de amor. Él propone, sin mucho interés por parte de ella, que pasen una noche solos en un motel temático, algo cutre, en un intento de recomponer las piezas rotas de su maltrecha relación.

Estupenda película, un hiperrealista drama romántico de amores rotos que a base de flashbacks, como fragmentos de un puzzle ajado por el uso, nos sitúa en los orígenes de su deteriorada relación para que nos planteemos cómo pudo ser posible llegar al punto en que se encuentran. Observamos al natural, en crudo, tal cual, sin filtros ni tapujos, las vivencias cotidianas de una pareja (tanto en sus iniciales momentos de exaltación pasional como en los de deteriorado desgaste amoroso), con todas sus miserias, lo que nos produce cierto desasosiego e incomodidad por el verismo con que se nos muestra. En cierto modo, y salvando las muchas distancias, es como ver un film, muy atenuado, del maestro del desasosiego en lo cotidiano llevado a su extremo, Michael Haneke, como en su último film de irónico título, premiado antes de ayer con el Óscar al mejor film de habla no inglesa, "Amor" ("Amour").

Ahora algo de sabiduría ajena, para mejor reflexionar, y que seguro nos alegra o ayuda a recomponer lo que sea menester:

 - "¿Qué hace falta para ser feliz? Un poco de cielo azul encima de nuestras cabezas, un vientecillo tibio, la paz del espíritu".  (André Maurois).

 - "No existe la felicidad. A lo largo de la vida hay briznas de dicha que se deshacen como las pompas de jabón".  (Miguel Delibes).

 - "Toda felicidad se compone de dos sensaciones tristes: el recuerdo de la privación en el pasado y el temor de perderla en el porvenir".  (Alphonse Karr).

 - "No te preocupes si te sientes triste de vez en cuando. Es la forma que tiene la naturaleza de decirte que descanses y reflexiones".  (Chin-Ning Chu).

 - "El matrimonio debe combatir sin tregua un monstruo que todo lo devora: la costumbre".  (Honoré de Balzac).

 - "La mejor piedra preciosa es la que corta a todas las demás y no se deja rayar por ninguna. El mejor corazón humano es, sobre todo, el que es capaz de soportar cualquier herida, mientras que puede penetrar en los demás corazones".  (F. Ruckert).

Besos y abrazos,

Don.
_____

No hay comentarios: