sábado, 13 de diciembre de 2014

Mis santos matutinos de todos los días

¡Buenos días!

Estos matutinos, dechado de virtudes, e incluso defectos, que tanto bien me procuran, lo hacen sin darse importancia, como tiene que ser, con cotidiana abnegación que no espera canónico premio alguno, porque sí, porque les apetece hacerlo. Por lo demás, este bondadoso otoño hoy se nos ha puesto tristón, gris y lluvioso. No sé muy bien que hacer para que le retorne la sonrisa. Santa paciencia, disfrutemos de la melancolía otoñal, que ya volverá a lucir el sol.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "St. Vincent", de Theodore Melfi, y con Bill Murray, Melissa McCarthy, Naomi Watts, Jaeden Lieberher, Chris O'Dowd, y Terrence Howard. Es el debut en el largo de este director.

Vincent es un viejo cascarrabias jubilado, mezquino, alcohólico y ludópata. Se instalan como nuevos vecinos suyos una madre recién separada con su hijo de once años. Dado que ella tiene que trabajar mucho para poder mantenerse ambos, no le queda otra que dejar a su hijo al cargo de tan lamentable e insoportable vecino. Enseguida ambos conectarán, y el debilucho aunque muy despierto niño empezará a ver más allá que el resto de la gente, que su muy peculiar canguro tiene su corazoncito.

Una muy buena película esta tragicomedia, con su puntito de originalidad a pesar de sus lugares comunes, que a veces bordea e incluso se introduce en el sentimentalismo, sobre todo hacia el final, pero que se hace llevadera por la descreída socarronería de este malencarado viejo sin ilusión por vivir y que encierra dentro de sí a una bella persona. Historia sobre el proceso de aprendizaje y maduración del chavalín... y del gruñón anciano, y de cómo con su contacto provocan ambos un cambio en las vidas del otro; y cuento sobre esa gente que merecería ser santificada por hacernos la vida mejor con sus cotidianos cuidados (madres, padres, hijos, familiares, amigos y vecinos).

Ahora algo de sabiduría ajena que espero nos haga mejores de lo que ya pudiéramos ser:

 - "De devociones absurdas y santos amargados, líbranos, Señor".  (Santa Teresa de Jesús).

 - "Haced el bien a cuantos más podáis, y os sucederá frecuentemente el hallaros con caras que os infundan alegría".  (Alessandro Manzoni).

 - "No busques premio, porque tú tienes una gran recompensa en esta tierra: tu alegría espiritual, que sólo el justo puede gozar".  (F. Dostoievski).

 - "Al bien hacer jamás le falta premio".  (Miguel de Cervantes).

 - "La raíz escondida no pide premio alguno por llenar de frutos las ramas".  (Rabindranath Tagore).

 - "No eres más santo porque te alaben, ni más vil porque te desprecien. Lo que eres, eso eres; y no puedes ser más grande de lo que Dios sabe que eres".  (Tomás de Kempis).

Besos y abrazos,

Don.
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