lunes, 8 de junio de 2015

Renacimiento matutino

¡Buenos días!

Y vuelve por tercera, por enésima vez, a ser mentira, es un mito, eso de que renacemos de nuestras cenizas cual ave fénix, al menos biológicamente, e incluso anímicamente, únicamente respecto del ánima, que no del ánimo, que éste sí que puede recobrarse una y otra vez siempre que estemos dispuestos a ello. Como estos mismos inmateriales matutinos, que también pueden volver a nacer cada mañana que les place, de maneras más o menos distintas, sobre todo en su contenido, aunque no tanto en sus formas. Otra mañana de muy caluroso sol (máxima prevista de 33ºC para hoy), en este nuevo amanecer, en otra reiterativa reencarnación solar de infinito ciclo.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "Phoenix", de Christian Petzold, basado en la novela "Regreso a las cenizas" ("Le retour des cendres") de Hubert Menteilhet, y con Nina Hoss (sobresaliente), Ronald Zehrfeld, y Nina Kunzendorf. Es el séptimo largo de este director alemán, de quien había visto su anterior, "Bárbara" (2012).

Una mujer vuelve a Berlín justo cuando acaba de terminar la II Guerra Mundial. Está gravemente herida, tiene la cara completamente desfigurada por varios disparos. Es una superviviente judía de un campo de concentración nazi. Tras una operación de cirugía plástica en la que le reconstruyen su cara, más o menos parecida a la anterior, con la opinión contraria de su amiga que quiere que ambas vayan a Palestina, donde se está gestando un nuevo estado judío, ella emprende la búsqueda de su amado marido alemán con la idea de reconstruir su vida. Le encuentra, pero él no la reconoce pues la cree muerta. Sin embargo, debido a su parecido le ofrece hacerse pasar por su mujer fallecida para poder cobrar una herencia.

Una sobresaliente película que os recomiendo (nota: 9), con un final de diez, el mejor que he visto en varios años, tan sutilísimo y apabullante como desolador, que creo debería enseñarse en las escuelas de cine como hermosísimo y canónico colofón fílmico. Melodrama y thriller, cine negro también, que nos habla de amor, traición, culpa, perdón, y recuperación de una identidad, tanto en la realidad como en la impostura, tanto en lo personal como en lo colectivo. En algunos de sus pasajes me trajo reminiscencias de una de las obras maestras de Alfred Hitchcock: "De entre los muertos / Vértigo" ("Vertigo", 1958).

Ahora algo de sabiduría ajena, pensamientos de otros que renacen en nuestras mentes al leerlos y asimilarlos:

 - "El pasado es un cubo lleno de cenizas".  (Carl Sandburg).

 - "Quizá mi única noción de patria
sea esta urgencia de decir nosotros
quizá mi única noción de patria
sea este regreso al propio desconcierto".  (Mario Benedetti).

 - "Nadie puede librar a los hombres del dolor, pero le será perdonado a aquel que haga renacer en ellos el valor para soportarlo".  (Selma Lagerlof).

 - "En esta vida hay que morir varias veces para después renacer. Y las crisis, aunque atemorizan, nos sirven para cancelar una época e inaugurar otra".  (Eugenio Trías).

 - "La vida es un constante proceso, una continua transformación en el tiempo, un nacer, morir y renacer".  (Hermann Keyserling).

Besos y abrazos,

Don.
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