lunes, 28 de enero de 2013

El lado bueno de los matutinos

¡Buenos días!

Pues no lo veo por ninguna parte, aunque parezca increíble en este mundo de miradas positivas a todo lo que nos rodea, pero es que en realidad es una paradoja, pues los mires por donde los mires, estos matutinos son espléndidos para mí, así que no puedo elegir ninguna de sus facetas como la mejor, que cada una tiene sus peculiares virtudes. Este invierno, sin embargo, sí que tiene un lado bueno, a pesar de alguna tiritera que otra en sus peores días, y es que nos hace crecer hacia adentro, encogidos para protegernos de sus rigores, para que cuando llegue la voluble primavera, poder expandirnos casi hasta el infinito, eso sí, sin sobrepasar los borrosos límites de la bipolaridad enfermiza.

Este fin de semana estuve viendo una espléndida película que os recomiendo que vayáis a ver, pues me encantó. Se trató de "El lado bueno de las cosas" ("Silver linings playbook"), de David O. Russell, basada en la novela homónima de Matthew Quick, y con Bradley Cooper, Jennifer Lawrence, Robert de Niro y Jacki Weaver. De este director había visto antes dos de sus films, "The fighter" (2010) y "Tres reyes" ("Three kings", 1999).

Tras haber pasado ocho meses allí por haber agredido violentamente al amante de su mujer, un joven sale del psiquiátrico, por el empeño de su madre, donde le diagnosticaron un trantorno bipolar, con una orden de alejamiento, sin casa y sin trabajo, yéndose a vivir a la de sus padres, pero con el plan de recuperar a su mujer a toda costa, tratando de demostrarle que se ha curado pues ya solo quiere ver el lado bueno de las cosas. A los pocos días de su salida conocerá a una alocada chica con más o menos similares problemas emocionales, y muy mala reputación, que se ofrece a ayudarle a recuperar a su mujer con la condición de que sea su pareja en un concurso de baile al que siempre quiso ir.

Como ya dije, me encandiló este comedia romántica, con sus puntitos de drama, a pesar de su final feliz, porque me imbuyó de lo que destila su título. Además me enganchó desde el inicio con su excéntrica mirada a las relaciones amorosas de estos chico y chica, problemáticos y que generan problemas a sus alocadas familias, locos, pero no más que la mayoría del resto del mundo, y de como ambos se aportan cualidades para hacerse mejores ambos. Una historia también sobre los difusos límites de la locura, que el padre es al menos tan loco como su hijo, con sus supersticiosas y obsesivas compulsiones, pero no está internado.

Ahora algo de sabiduría ajena que probablemente nos ayude a ver lo positivo de lo que nos rodea:

 - "Los locos abren caminos que más tarde recorren los sabios".  (Carlo Dossi).

 - "Todos los hombres están locos y, pese a sus cuidados, sólo se diferencian en que unos están más locos que otros".  (Nicolás Boileau).

 - "Las únicas personas que me agradan son las que están locas: locas por vivir, locas por hablar, locas por ser salvadas".  (Jack Kerouac).

 - "Toma las cosas por el lado bueno".  (Thomas Jefferson).

 - "La vida tiene un lado sombrío y un lado brillante. De nosotros depende elegir el que más nos plazca".  (Samuel Smiles).

Besos y abrazos,

Don.
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