domingo, 20 de marzo de 2016

Recuerdos matutinos de ensueño

¡Buenos días!

Gratos recuerdos, entre la realidad pasada y la ensoñación, vuelven a mi mente cuando rememoro cualquiera de estos fantásticos matutinos, que tanto bien me hacen, pues me sirven para seguir adelante cualesquiera que sean las cuitas que pudieran afectarme; perfecto apoyo emocional. Días lluviosos, con algunos claros entremedias, estos primeros de la Semana Santa, ya en la real primavera pero con remembranzas de idílico otoño, que ya no volverá a ser (hasta que de nuevo le toque).

Este fin de semana estuve en el cine viendo una exquisita película de animación del "Studio Ghibli", que desde ya mismo os recomiendo muy encarecidamente que vayáis a ver. Se trató de "El recuerdo de Marnie" ("Omoide no Mânî"), de Hiromasa Yonebayashi, que estuvo nominada a los premios Óscar que se celebraron hace unas pocas semanas, y que adapta la novela "When Marnie was there" de Joan G. Robinson. Es el segundo largo de este director japonés, dignísimo sucesor del maestro Hayao Miyazaki, tras su debut con "Arrietty y el mundo de los diminutos" ("Karigurashi no Arietty", 2010), otra exquisitez fílmica que tampoco os deberíais perder.

Una chica preadolescente, solitaria e introvertida, apesadumbrada por su situación, que vive con sus padres adoptivos, es enviada durante un verano junto a unos familiares que viven en el campo, cerca de unas marismas, puesto que padece asma y tal vez el aire puro mejore su enfermedad. Una vez allí queda fascinada por una vieja mansión cercana que tiempo atrás habitó una familia extranjera. Allí conocerá a Marnie, una chica de su edad con quien entablará una íntima amistad.

Una deliciosa película de animación (nota: 9), otra más del estudio Ghibli, una historia entre lo onírico, la fantasía y la realidad, y sus muy difusas fronteras, de recuerdos impregnados de todo lo anterior, de exquisitas belleza y ternura, a la par que de sutileza, llena de misterio y de melancólica poesía. Por cierto, no salgáis de la sala en cuanto empiecen los títulos de crédito del final, que hay más, especialmente una preciosa canción, "Fine on the outside", de Priscilla Ahn, que mucho dice de las íntimas tribulaciones de nuestra protagonista, cuyos difusos recuerdos y ensoñaciones sobre Marnie le dan sobrados motivos para no rendirse a sus pesadumbres. No os la perdáis.

Y ahora, en la sección de sabiduría ajena, os pongo la letra (traducida) de esa canción que suena durante los créditos finales, y que podréis oír si pincháis en el anterior hipervínculo, pues define a la perfección de lo que nos habla en esencia esta historia:

 - "Nunca tuve muchos amigos mientras crecía
Así que aprendí a estar bien sólo conmigo
Sólo yo, sólo yo, sólo yo
Y voy a estar bien en el exterior

Me gusta comer en la escuela sola de todos modos
Así que me voy a quedar aquí
Justo aquí, justo aquí, justo aquí
Y voy a estar bien en el exterior

Así que me siento en mi habitación tras horas en la luna
Y pienso en quien me conoce
¿Llorarías si me muero?
¿Recordarías mi rostro?

Así que salí de casa, hice las maletas y me fui lejos
de mi pasado, un día, y me río
Me río, me río, me río, me suena bien en el exterior

Ja, ja, ja

A veces me siento perdida, a veces estoy confundida
A veces me parece que no estoy bien
Y lloro, y lloro, y lloro

Ja, ja, ja

Así que me siento en mi habitación tras horas en la luna
Y pienso en quien me conoce
¿Llorarías si me muero?
¿Recordarías mi rostro?".  (Priscilla Ahn).

Besos y abrazos,

Don.
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2 comentarios:

Graciela dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Graciela dijo...

Entrañable película.Hermosa canción. Me gustó mucho tu comentario. Para cuando lo leí ya había visto la película, pero dijiste todo lo que mi corazón ya sabía. Gracias!!